En muchos de estos casos los niños presentan activos reflejos, que ya deberían haber desaparecido según su edad. Un especialista trabajará sobre éstos integrándolos permitiendo así un mejor desarrollo. Los fisioterapeutas trabajan la propiocepción realizando ejercicios que estimulan la presión, la coordinación, el peso y el equilibrio, como por ejemplo:
- Ponerles en el colegio una silla con un pedal o una banda antipateo para que puedan canalizar su energía y poder prestar más atención.
- Cambiar la silla en sala de clases y en el hogar por una silla flexible en forma de pelota. De esta manera, el niño sentirá su cuerpo, canalizará su energía y además, mejorará su concentración.
- Poner las mochilas a la espalda del niño o pedirle que mueva o empuje cosas, carritos, muebles que pesen pueden implicar a un gran esfuerzo muscular que él necesita.
- Realizar juegos rápidos de equilibrio y coordinación antes de clase.
- Enseñar a los niños a masajearse con fuerza y a hacer una actividad de relajación con los ojos cerrados pueden ayudar a los niños a enfocar su atención en cada parte de su cuerpo.
- Jugar a lanzar pelotas, a saltar en un pie, colgarse, a arrastrarse, girar, hacer flexiones y a empujar cosas.
- Juegos sencillos como hacer pompas de jabón, llenar globos, caminar hacia atrás.
- Proponer actividades que lleven a los niños a usar sus manos como jugar con plastilina o arcilla moldeando figuras, pintar con los dedos, hacer túneles con cajas de cartón.
- Subir y bajar por planos inclinados, escaleras, hacer circuitos con obstáculos. Las piscinas de pelotas son ideales para realizar estas actividades.
- Las actividades en el agua son aconsejables también. Nadar relaja y fortalece a la vez.
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Fuente:
www.healthychildren.org